Imaginense una vida de violencia, que de pronto no existió; por que el que ejerce la violencia dice que no existió o que ya paso (aunque se continué). Y olvidemos cientos de daños, por la alcahuetería y la cobertura de las enahuas; para simplemente poder entrar y salir de la madriguera del que agredes y hace años todavía amenazabas de muerte y cuyos conflictos solo aumentan, con la escusa de que solo es a orinar, sin avisar y sin buena escusa para pasar… donde ya perdidos los derechos… y durante tantos años atravesabas solo para golpear una y otra vez durante décadas, mientras estaba sentado en el mismo lugar, o dormido en la cama.
No te imaginas el dolor de recordar los golpes y tiradas al suelo que le has dado a mi papá, y todas agresiones con sus justificantes; pero como eso es del ayer y hoy ya es 25, no se debe uno acordar y el perdón (y olvido) evocar.
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